Qué es la materia orgánica del suelo y cómo aumentarla de forma natural

La fertilidad del suelo no depende únicamente de los nutrientes que aplicamos. También está estrechamente relacionada con la vida que contiene y con su estructura interna. En ese sentido, uno de los indicadores más importantes para evaluar la salud de un suelo agrícola es la materia orgánica. Comprender qué es la materia orgánica del suelo y cómo aumentarla es esencial para cualquier agricultor que busque una producción sostenible y a largo plazo.

¿Qué es la materia orgánica del suelo y por qué es tan importante?

La materia orgánica del suelo es el conjunto de materiales de origen vegetal y animal en diferentes etapas de descomposición. Incluye restos de raíces, hojas, excrementos de organismos, humus, microorganismos vivos y residuos de cosechas. A medida que estos materiales se descomponen por la acción de bacterias, hongos y lombrices, se convierten en compuestos más estables que forman parte de la fracción húmica del suelo.

Esta materia orgánica cumple múltiples funciones clave: mejora la estructura del suelo, aumenta su capacidad para retener agua y aire, facilita la infiltración del agua de lluvia o riego, y activa la vida biológica subterránea. Además, actúa como un reservorio de nutrientes, liberándolos progresivamente conforme las plantas los necesitan. Por eso, un suelo con buena proporción de materia orgánica es más fértil, más resiliente frente a condiciones climáticas adversas y menos dependiente de fertilizantes externos.

Cómo se pierde materia orgánica y por qué es necesario reponerla

La actividad agrícola, especialmente si se basa en laboreo intensivo, monocultivos o uso de fertilizantes sintéticos, puede acelerar la descomposición de la materia orgánica sin reponerla. Esto provoca una pérdida gradual de calidad en el suelo, que se traduce en menor producción, aumento de la erosión y reducción de la biodiversidad edáfica.

Además, prácticas como la quema de rastrojos, el abandono de los residuos vegetales o el uso excesivo de herbicidas también contribuyen a la degradación de la materia orgánica. Por este motivo, es fundamental incorporar estrategias que permitan devolver al suelo una parte de lo que se extrae con cada cosecha.

Cómo aumentar la materia orgánica del suelo de forma efectiva

Para mejorar los niveles de materia orgánica en un suelo agrícola es necesario aplicar prácticas que aporten biomasa y estimulen la actividad biológica. Una de las más eficaces es la incorporación de compost maduro, que no solo aporta carbono orgánico estable, sino también microorganismos beneficiosos y nutrientes en forma equilibrada. El estiércol bien fermentado también es una buena opción, especialmente en zonas con acceso a ganadería.

El uso de cubiertas vegetales o cultivos de cobertura es otra estrategia ampliamente recomendada. Estas plantas, que se siembran entre ciclos productivos, protegen el suelo, aportan raíces vivas, evitan la erosión y, al ser incorporadas, mejoran el contenido de materia orgánica. Algunas, como las leguminosas, además fijan nitrógeno atmosférico.

También es útil dejar parte de los restos de cosecha en superficie, incorporar acolchados orgánicos (como paja o restos de poda) y reducir al mínimo el laboreo del suelo para evitar la oxidación acelerada de la materia orgánica ya presente.

Conclusión

Mejorar la materia orgánica del suelo no es un proceso inmediato, pero sí es una inversión sólida en la salud del sistema agrícola. Un suelo vivo y equilibrado responde mejor ante la sequía, alimenta mejor a las plantas y requiere menos insumos externos. Apostar por prácticas regenerativas y orgánicas que mantengan y aumenten esta fracción del suelo es clave para una agricultura sostenible, productiva y con visión de futuro. Aumentar la materia orgánica del suelo es, en definitiva, cuidar el corazón de cualquier cultivo.